por Fernando Morgado
Todo el mundo ya sabe que Brasil vive una gran crisis. Son muchas las preocupaciones. Pero una en especial quita el sueño de millones. Las razones para eso son muy claras.
Esta verdadera institución nacional ya sufrió golpes en el pasado. Cuando cae, genera mucha preocupación en todos los sectores de la sociedad. Son muchos —tanto a la derecha cuanto a la izquierda— los que quieren derrumbarlo, a final, hay mucho dinero en disputa. Para que tanta inestabilidad termine, el pueblo en las calles espera la acción de los jueces, pero ni la presión de las cámaras de televisión parece influenciarlos.
Hablo, por supuesto, de Neymar.
El periodista botafoguense Mauricio Stycer, de UOL y Folha de S. Paulo, definió muy bien la gran crisis verde y amarilla:
Resumen de la primera semana de Brasil en la Copa: los peinados de Neymar, el tobillo de Neymar y reclamación contra el arbitraje. No fue para eso que nosotros esperamos cuatro años…
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