Estudioso de las sociedades utópicas y las organizaciones que mueven los hilos de la fe, Henestrosa repasa la estructura fundamental de la saga que está asegurando la inmortalidad de Margaret Atwood.
Cristóbal Henestrosa*
La semana pasada terminé de leer estas novelas de Margaret Atwood. Comencé a finales de febrero con El cuento de la criada, escrita en 1984 y que, efectivamente, tiene varios puntos de contacto con el mundo descrito por George Orwell.
Gilead y las criadas
Imaginen que, en un contexto de muy baja fertilidad humana, Estados Unidos sufre un golpe de Estado organizado por fundamentalistas cristianos, los cuales erigen un nuevo país llamado Gilead y una nueva sociedad en la que las mujeres, en particular las llamadas criadas, viven algo muy parecido a la esclavitud. Una vez al mes son violadas por los comandantes con la esperanza de que queden preñadas y, en caso de éxito, el bebé pertenecerá legalmente a la esposa del comandante.
Las criadas no sólo pierden así a sus hijos, sino que incluso han perdido su propio nombre, pues adquieren el de su dueño: la protagonista nunca nos revela cómo se llama en realidad, sino que la conocemos únicamente como «Defred», es decir, perteneciente a Fred.
Las tías
Su continuación, escrita 35 años después, es Los testamentos, la cual sospecho que existe en buena medida por la serie de televisión El cuento de la criada, estrenada en 2017. Dicha secuela es una novela coral de tres protagonistas: la tía Lydia (pilar del grupo conocido como las tías, en cuyos hombros se sostiene buena parte de Gilead), Agnes (una adolescente que nació y creció en esta nueva sociedad) y Jade (una adolescente que vive en Canadá pero viajará al sur). Al final las tres historias confluirán, momento que, lamentablemente, considero lo más flojo de todo el conjunto.
La clave
La sociedad distópica que plantea Atwood es endemoniadamente verosímil, sin duda porque, al escribirlo, se puso como limitante «no incluir en el libro ningún suceso que no hubiera ocurrido ya en lo que James Joyce llamaba la “pesadilla” de la historia, así como ningún aparato tecnológico que no estuviera disponible».
Es imposible decir que Los testamentos está a la altura de El cuento de la criada y, sin embargo, sí puedo afirmar que, a lo largo de todo el relato, Atwood encuentra el modo de sostener una narración fluida y seductora: no es gratuito que sea una candidata recurrente al premio Nobel.
* Cristóbal Henestrosa es escritor, editor y uno de los tipógrafos más reconocidos del mundo. Fue jefe de producción de la editorial Libraría, y responsable del suplemento de libros Hoja por Hoja, entre otras destacadas posiciones. Es autor y editor de un libro de edición especial titulado Satán Salvador.